El título propuesto para este programa está mejor aclarado en la presentación y en el desarrollo del mismo que se hizo para esta ocasión, especialmente televisiva. Se habló de las actuales preocupaciones de la teología hoy, y todo relacionado, naturalmente con los nuevos enfoques pedagógicos que iluminan el quehacer teológico. Sabemos ahora que se está haciendo un esfuerzo muy grande por un cambio en la manera de hacer y de transmitir la teología. Tal vez hoy ningún docente de teología está pensando en hacer su tratado para unos diez años mientras permanezca en la universidad o el seminario. Tampoco el estudiante de teología estará pensando que hacer teología o el estudio de la teología consiste en leer unos tratados, memorizarlos y así poder pasar la materia, hasta de pronto con una buena nota.
Volvemos con el título, tal vez no nos deberíamos preguntar por lo urgente, sino por la importancia de la teología, porque si algo no es importante, entonces tampoco es urgente. En otras palabras, ¿Todavía hoy la teología dice algo al ser humano, o se trata de una ciencia del pasado, que tal vez ha cedido su puesto a otras disciplinas? O ¿La teología por sí misma se sostiene todavía? De esto no hay dudas, la teología continúa siendo una disciplina que se convierte en lo fundamental a la hora de dar respuesta a la pregunta por la vida y su sentido, por la existencia de Dios y su relación con el hombre, por el estudio del hombre mismo y en su relación con el Creador. Es decir, la teología continúa siendo el hilo conductor de una serie de disciplinas, que a la hora de la verdad busca dar la respuesta última a los interrogantes del hombre por el Absoluto y por la existencia de sí mismo y del mundo que le rodea y del que se viene...
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